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viernes, 2 de agosto de 2013

CERRADO POR VACACIONES


El ser humano, yo mismamente aunque a ratos no lo parezca, cuando llega a cierta edad (…) tiene que comenzar a, no sólo vigilar sus hábitos o costumbres, sino a prescindir de según qué comportamientos, que sólo le pueden acarrear a él, y a los que le rodean, más de un disgusto.

¿Qué quiero decir con esto?

Bien, una edad razonable para dejar de hacer el cabra, lo sería, no sé… ¿los 70?

Los 70 son una edad fabulosa para plantearse lo anterior.

A los 70, de repente, uno/a se mira al espejo, y así y como de golpe y porrazo, confirma lo que ya llevaba unos veinte años barruntando, ¡joder, uno es viejo!

Hasta los 70 la vida transcurre con sus altos, con sus bajos, con sus achaques, con sus sustos, pero a los 70…

A los 70, que aunque de aquí a diez años convencida estoy de que acabarán diciendo que los 70 son los 30… uno/a (y si se es hipocondríaco #likeme más) comienza a plantearse la posibilidad, y nada remota por otra parte, de “espicharla” así y sin venir a cuento.

Recuerdo que antes, cuando alguien moría con 70, se decía: pobre, pero bueno, qué le vamos a hacer, es ley de vida…

¡¡A los 70 no sólo se era viejo, sino que se tenía autorización para “espicharla” de golpe!!

Ahora, si alguien muere a los 70, lo único que se escucha es que: “jo”, mira tú que lástima, que ni jubilado estaba, pero si acababa de redecorar la terraza con muebles de exterior de IKEA *

*Aprovecho la ocasión para trasladar un cariñoso saludo a mi Elenita sin H2O, que ahora “mesmo” andará “colgada” perdida por la página de IKEA, buscando “ambientes” para su nuevo piso… #lamadrequelaparioqueagustoquesequedo

Pues bien, insisto, aunque de aquí a 10 años, los 70 sean los nuevos 30, lamento mucho ser yo la que lo diga, pero a los 70, uno/a pasa de ser mayor, a ser viejo…

Yo misma, a los 70, comencé con la artrosis, el azúcar cobró vida propia, la piel del cuello se convirtió en la piel de los talones, empecé a ver menos que “pepé el leches” y suma y sigue…

Esto es normal, y lo único que hay que hacer, es eso, cuidarse un poquito más, y en la medida de lo posible, y para no terminar complicándole la vida a los demás, “no hacer el cabra”.

A partir de los 70 (o de los 80 como en mi caso…) es mejor abandonar una serie de conductas, que para nada nos benefician:

El alcohol, el chocolate, las carreras de bicis, los viajes de aventura, los enamoramientos durante las clases de petanca, tuitear con desconocidos, tener un Blog, apuntarse a un curso de cocina libanesa, los negocios, los negocios propios, los negocios ajenos, las fiestas hasta altas horas de la madrugada, ¿he mencionado lo de tener un Blog…? , pero sobre todo, cuando uno cumple los 70, y la suerte le acompaña y llega a los 81, hay algo que jamás debería de hacer ¿el qué?

Bien, lo último que alguien de 81 años, con artrosis, con el azúcar por las nubes (por las nubes, por la Nutella, por la Coca Cola, por las pipas, por los bocatas de calamares…), viendo menos que “pepe el leches” y con una familia numerosa, cariñosa, entregada y preocupada, debería de plantearse, es alejarse por vacaciones más allá de la esquina, o todo lo más, escoger un destino al cual se pueda llegar utilizando cualquier autobús de estos de color verde, que se cogen en los intercambiadores, y que todo lo más, te acercan a Pozuelo…


*Itinerario, no sin riesgo, muy apropiado para personas de mi edad.

A según que edades, veranear más allá de Aravaca o Alpedrete, entraña una serie de peligros, a los que los "ancianitos/as" no deberíamos de enfrentarnos (o no al menos sin la supervisión de un adulto)

Y por eso, y por lo buena ancianita que voy a ser este verano, tras mucha reflexión (en serio que sí que he reflexionado...)  he decidido, que este año, y para no dar ni un disgusto más a la familia, voy a aprovechar para conocer un idílico y nada alejado paraje que de siempre he deseado conocer antes de morir...

¿Alpedrete se preguntarán algunos?

¿Chinchón apuntarán otros?

¡¡¿NUEVA ZELANDA?!!

¡¡¡¡¡¡SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!

¡¡Me largo a freír puñetas a las antípodas con mi amiga Marutxa y con mi sobrino Toni con I latina!!

Sé que las posibilidades de “espicharla” que tiene una dulce “ancianita” like me en una viaje de avión de casi 30 horas con escalas, son bastantes altas.

Reconozco que patearme la tierra de los maoríes a los 81 es una auténtica locura…

Admito que Pilar-Poleos no se merece en modo alguno el disgusto que le estoy dando (pero vente Pili, vente con nosotros mujer…)

Pero , me pregunto ¿no sería un pecado de los más gordos sentarme a esperar la muerte al tiempo que disfruto de una horchata en la terraza de la esquina pudiendo haberme ido a palmarla o a quedarme "tolai" perdida a Nueva Zelanda?

Me voy en unos días, y evidentemente, voy a tardar un rato largo en llegar, voy a pasar otro rato largo saltando de isla en isla, y ya en septiembre, regresaré, y lo haré, no sólo más morenita y lozana, sino con un montón de historias, anécdotas y nueva gente en el corazón…


*En realidad me largo a Nueva Zelanda en busca de mis familiares perdidos, y de los que sólo conservo la fotografía de arriba.

Pues eso, que echo el cierre por vacaciones (aunque creo que tuitear podré hacerlo a saltos…) porque además, he sido buena y me lo merezco.

Sin más, chao chaito (que eso lo dice mi vecinita de abajo y me parto)

Lady Gin Tonic


CERRADO POR VACACIONES DESDE EL 3 DE AGOSTO AL 9 DE SEPTIEMBRE (ambos inclusive)