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domingo, 20 de abril de 2014

Soy repostera...

Cuando uno se hace mayor, que en esto cada cual tarda lo suyo... adquiere la capacidad de mirar lo que sucede a su alrededor sin mojarse demasiado y con la perspectiva justa.

Que regresa la moda de los pantalones de campana, genial, una se lo toma con calma, y observa con serenidad como comienza a propagarse lo peor de los 70...

Que el gobierno decide que a partir de ahora todos en patinete, fabuloso, una se compra un patinete, aprovecha la primer esquina para partirse la crisma, y se tira en rehabilitación hasta que el gobierno decida prohibirlos.

Que la sociedad decide que todos somos blogueros y que para ejercer es imprescindible pasearse por ahí con unas gafas de sol de Prada y sacando la lengua de medio lado como si nos hubiese pegado un ictus, pues bueno, uno estira la lengua hasta donde la naturaleza se lo permita y san se acabó...


Fisnísssima representación del conocido como "ictus" bloguero, sin duda, lo más...

Que hasta a los niños de pecho les sacan a pasear con cuellos de lana de 25 vueltas, pues qué le vamos a hacer, más "cuellifinos" que quedarán las criaturitas cuando crezcan, y así...

Pero si hay algo, con lo que yo a mi edad no contaba, era con convertirme yo misma, en víctima y verdugo de una de las últimas y enfermizas tendencias con las que, vaya usted a saber quién, pretende mantenernos entretenidos.

Si además a eso, le sumamos con que cuento con pero que muy malas compañías (el asunto está empezando a afectar a todos los miembros de mi familia y/o amigos), podemos sin temor a equivocarnos confirmar que Lady Gin Tonic, ha decidido seguir los pasos de su madre, y meterse a repostera a los 80.

Mi madre fue repostera, pero de las serias, de las remuneradas, de esas que sólo utilizaban el colorante para la paella, y siempre y cuando se le hubiese terminado el azafrán que con tanto mimo atesoraba en su cocina.

Mi madre tenía un molde cuadrado y con churretes para el bizcocho, una flanera y un colador, y con eso y un mortero, anda que no preparaba cosas ricas...

A mi madre no se le hubiese pasado jamás invertir en un artilugio de cocina más de dos perras, y se hubiese liado a "dentellas" contra todo aquel que le hubiese sugerido comprarse una máquina de colores de más de 600 euros para amasar el pan, las magdalenas, y cualquier "gulusminada" susceptible de ser fotografiada y expuesta en Instagram.


Maquinitas del demonio no aptas para adictos...

Mi madre no era una repostera cualquiera, mi madre era la madre de todas las reposteras.

Pero ay, ay si mi madre levantase la cabeza, entrase en nuestra cocina y se encontrase con el mueblecito que pega con el de las latas de atún, lleno hasta los topes de "monismos" moldes de silicona de ciento y la madre de colorinches y que hasta uno con la cabeza de un osito tenemos para cuando a Berta (mi dama de compañía que para todo hay clases...) se le cruzan los cables y decide prepararle un pastel a la vecinita de abajo.

En morado tenemos uno de un castillo, el del osito es rosa, en color fresa tenemos uno que parece de estos de corona pero con unas estrías extrañas que consiguen que el invento salga en 4D, tenemos flaneras de silicona en verde, en naranja, en color tiesto de terracota recocido, tenemos moldes para magdalenas, muffins, cupcakes, popcakes, shitcakes y así un largo etc.,

Somos lilas, somos "rosas" somos lindas mariposas...

En otro armario, guardamos la "pijiesencias", y el otro día haciendo recuento, calculé así como unas 17. De azahar tenemos dos botes, uno de anís estrellado, y quince más entre fresa, mora, pepino verde, pepino azul, lemon curd sin lemon curd, mandarina, mandarina asilvestrada, chicle, algodón de azúcar y no se cuántos más...

También tenemos "mogollón" de capsulas de papel de colores y con dibujos para las magdalenas, y a todo esto, a mi, mi médica de cabecera, me ha lanzado un ultimatum con el azúcar, porque y si bien mi muerte ha dejado de preocuparle porque ya se ha dado cuenta de que soy inmortal, ha empezado a agobiarse con que me pegue algo a la cabeza y me quede gilipollas, y aunque yo le pido que no se agobie porque si me quedo gilipollas al menos no me sentiré tan sola en este mundo plagado de los idems, ella erre que erre con que me cuide...

Es moda, es tendencia, y hay que admitirlo, por algún extraño mecanismo desconocido hasta por mí (que tía más lista no conozco...) la repostería, y en concreto la "pijirepostería" nos ha arrastrado a todos, ¿a todos?

Bueno, a todos a todos no, que cierto es que a algunos no les ha dado por cocinar, que por lo que les ha dado ha sido por el ganchillo.

¡¡¿Ganchillo?!! Sí, ganchillo, y almohadones con bodoques y puntillas, y puñetas, y bolillos y vaya usted a saber qué milongadas más...

Véase, los unos con los cupcakes, y los otros con el petit point.


Puñetas de bolillos, sí de esas que han criado tan mala fama, pero que en sí son moníiiiiiiiiismas...

Al lío, que lo que yo creo, es que en épocas de crisis y mal rollo, a nosotros, humanos todos a fin de cuentas, se nos cruzan los cables, hacemos cuentas y en vez de dejarnos las pocas perras que nos quedan en cosas coherentes como un libro, invertimos a conciencia, y el libro nos lo compramos de cocina francesa...

El acabose, y lo peor, que yo he caído y no hay libro o monería de revista de repostería sobre la que no me abalance.

Hubo un momento, en el que, y ya con el armarito que pega con el de las latas de atún medio lleno de moldes, decidí pedir ayuda a una de mis mejores amigas, mi Merijellen Morgan de @sintsis72 y qué fué lo qué ocurrió... Sencillo, en vez de obtener ayuda, apoyo y comprensión por su parte, me sorprendió con la genial idea de montar un Blog de Repostería, que por qué...

- ¡¡Ay Lady Gin que ni los guiones, ni las novelas, ni la madre que parió a "paneque", que lo mío son las tartas!!


Enlace al Blog de Repostería de mi Merijellen Morgan de @sintsis72

Mierda (por no exclamar Joder que es poco fino...) que hasta mi Merijellen, con lo cabecita cabal (dentro de sus limitaciones eso sí) que parecía, ha caído en la espiral de vicio y autodestrucción de los dulces y los calderos, que hay que fastidiarse, que hasta llorando me llamó el otro día porque se le había fundido la luz del horno y era incapaz de desenroscar el protector, que tuve que mandarle a Berta para que le desenroscase la bombilla del horno porque ya me la veía al borde de la pirólisis espontántea por tener que cocinar las magdalenas a la luz de una vela...

Un martirio, y no, no me voy a reír de ella, porque a mi me pasa tres cuartos de lo mismo, y he pasado de comprarme los chocolates (todos) ha experimentar con los moldes de silicona para bombones*

*que por cierto, mis "pijibombones" con forma de mariquita y rellenos de pasas sultanas "infusionadas" en Coñac, no tienen parangón... Ahora estoy experimentando con el chocolate negro 100% y el Oporto.

La cuestión, está claro, es mantenernos entretenidos para que así no demos más guerra de la necesaria, pero lo que a mi me mosquea, es la facilidad con la que yo he caído en esta, y no en las "taintasmil" anteriores, y no es por echar la vista atrás, pero de alguien que como yo, sobrevivió a la moda de las hombreras en los 80, no se esperaría una total-adicción a la silicona en su versión molde de repostería.

En fin, que va a ser que morir no me muero ni pagando, pero que a "chochear" ya he empezado, pero bueno, como en el caso de la gilipollez, tampoco es que me preocupe demasiado, ya que a fin de cuentas, voy a disfrutar de una miriada de acompañantes "cargaitos" hasta arriba de tamizadores de harina, básculas de cocina, manoplas de horno y fondants de todos los colores y para todos los gustos...

Y para muestra y para terminar, un botón... sin ir más lejos, ayer mismo, y en la compañía de mi anteriormente mencionada amiga Merijellen Morgan de @sintsis72 organizamos el Primer Torrija´s Fest, el Torrija´s Fest 2014, del que dará cumplida cuenta mi compi en su Blog* y del que esperamos sea el primero de muchos.

*Eso sí, no va a poder compartir muchas fotografías, porque no tuvo mejor idea que dejar caer su teléfono sobre la sartén en plena fritanga de las torijjas...

Pues eso, que vivir para ver...

LGTonic #reposterasinfronteras #reposterasinvergüenza