(Futura
Patrona de las Cremas de Cacao, y de los adictos a las mismas…)
De
alguien como yo, o bueno, mejor dicho, de alguien que consiente que
le llamen como a mí, Lady Gin Tonic, y que además y para más
“inri”, tiene un Blog, se esperaría, no sólo un excepcional
conocimiento de las ginebras, sino otro aún más que excepcional
dominio de las distintas y mejores formas de “maridar” las
mismas.
Véase,
Lady Gin Tonic, para ser merecedora de su nombre, debería de haber
probado todas las ginebras, estar dispuesta a volver a hacerlo, ser
capaz de identificar con los ojos cerrados las distintas tónicas por
el sonido
de sus burbujas,
y evidentemente, haberse procurado a lo largo de los dos últimos
años, la formación suficiente para ser capaz de mejorar el gusto y
el “bouquet” de cualquier
Gin Tonic, aprovechando cualquier “aderezo” (frutas, verduras,
especias, flores, legumbres, preparados vitamínicos varios etc.,)
Lady
Gin Tonic, “la moi”, recibe sin parar en Twitter, multitud de
mensajes privados proponiéndole colaborar con la promoción de
nuevas Ginebras, Tónicas, Bares, Pubs, Club´s Gourmet´s, Revistas
y Establecimientos especializados en licores, y así un largo etc., y
Lady Gin Tonic, siempre responde lo mismo, porque además lo
contrario, sería mentir; “A mi es que lo de la Ginebra, no me va
demasiado, a mí lo que me va de verdad, es la Nocilla”¿Por qué
entonces esta “historieta” de Lady Gin Tonic?
Me
llamo Lady Gin Tonic porque a mis sobrinos les hizo gracia la
costumbre que teníamos mi marido y yo de tomarnos un Gin Tonic antes
de cenar (y no siempre la verdad), y además soy “bloguera”,
porque a mi sobrina nieta Elenita sin H no se le ocurrió nada mejor
que convencerme de que lo era (y a punto estuvo de obligarme a
comprar unas gafas de sol de Prada para así llegar a ser una
bloguera de “postín”), así que, o me cambio el nombre desde ya
por el de Lady Nutella, o mis andanzas por Twitter, la Blogosfera, y
la madre que parió a ambas, no van a dejar de estar vinculadas con
la Ginebra, jamás de los jamases.
Expuesto
lo anterior, y viendo como se ve, que estoy a punto de entrar en
trauma, he estado pensando (saludable y recomendable actividad), y he
llegado a la conclusión, de que si realmente quiero que la gente me
conozca por mis auténticas “malas artes”, y antes de cambiarme
definitivamente el nombre por el de Lady Nutella (que me gusta más
que Lady Nocilla, porque suena así como más italiano…), voy a
tener que empezar a compartir con todos, mis vastos conocimientos
acerca de ese preciado y milagroso alimento, el cacao.
Mi
relación con el chocolate, se remonta al embarazo de mi madre.
Mi
madre, y cada vez que se enfadaba conmigo, no dejaba de reprocharme
el haber engordado más de 20 kilos durante mi embarazo, por no haber
podido parar de comer chocolate y derivados (para más inri era
repostera), durante los 9 meses que le aguanté en sus internas
entrañas. Lo recuerdo como si fuese ayer.
- Si es que ya podías haber aprendido de tu hermana Manuela, una santa tu hermana, que los únicos “antojos” que tenía la bendita, eras unas pocas de obleas de tanto en cuando, y no tu, que venga y dale con el chocolate, y tu padre, “niña”, no dejes de comer chocolate no nos vaya a salir la criatura con una tableta en la cara, y mira tú si luego va y es chica, a ver quién es el guapo que la casa…
Un
“encanto” mi padre.
Siendo
aún muy pequeña, empecé a dar problemas con el consumo de este
preciado y exótico bien, y raro era el día en el que no me las
ingeniaba para permanecer escondida donde fuese (a los niños antes
nos daban más libertad que ahora…) comiéndome a cucharadas el
cacao en polvo que almacenaba mi madre para sus dulces (que me río
yo de esos que dicen que no se puede comer el Cola Cao a cucharadas
porque da tos, cuando
lo único
que hace falta es práctica…).
Ya
de adolescente, y si bien mis padres confiaban en que con la tontería
de los chicos, empezase a preocuparme por mi figura y porque no me
saliesen granos (que con el chocolate, al menos a mí, y cuando era
“persona” en el siglo pasado, me salían a “puñaos”), me
apartase del vicio de “motu” propio, pero qué va…
A
fin de cuentas, con los chicos, “visto uno, vistos todos”, pero
con el chocolate, con el chocolate no es así.
El
chocolate ni te falla, ni te olvida, ni te abandona… El chocolate
te mima sin descanso, y no deja de sonreírte por las esquinas desde
esos escaparates que más que escaparates, y por el mero hecho de
haberle hecho un “hueco”, deberían convertirse en lugares de
peregrinación…
El
chocolate se reinventa a sí mismo, y reinventa todo lo que toca,
consiguiendo de esta manera, que la “relación” jamás se vuelva
rutinaria. El chocolate es dulce, mágico, exótico, es apasionado.
El chocolate, y como dejan perfectamente claro en el anuncio de
Valor*, el chocolate es un placer para adultos…
*Estimados
Sres. de VALOR, a ustedes sí que les haría publicidad gratuita (o
bueno, tal vez a cambio de materia prima).
Dándome
mis padres por perdida, fue mi marido, el que intentó apartarme del
culto al cacao, y si bien en un primer momento, alma de cántaro,
creyó haberlo conseguido, luego no sólo tiró la toalla, sino que
se subió el mismo al carro de la adicción, pasando desde aquel
preciso momento, de ser dos en el matrimonio, a ser tres, y a
convertirse el tercero, el chocolate, en el único imprescindible
para la salud y buen funcionamiento del mismo…
Con
el paso de los años, y ya a punto de entrar en la “menopausia”,
muchos fueron los que pensaron que posiblemente, y al entrar en esa
fase en la que la mujer, pues eso, que dicen que tiene que empezar a
preocuparse un poquito más por su salud, y por su línea, y por esas
“mandangas”, me apearía del burro, y me apartaría del consumo…
ilusos. Efectivamente, las cosas cambiaron, el metabolismo se me
alteró, y no sólo empezó a sentarme realmente más que bien,
“mejor”, sino que como además adelgacé y se me quedó un
“tipín” que ya podía haber tenido a los 20, pues eso, que
tripliqué la ingesta sin sufrir ningún tipo de daño colateral…
Y
bueno, el resto es historia, porque de todos aquellos que me siguen
en Twitter, o que me conocen por mi Blog, es de sobra conocido, que
raro es el día, en el que no me refiero al chocolate, más que con
cariño, y con dulzura, con auténtica idolatría y veneración.
Mi
último descubrimiento, y como ya he nombrado una marca, sin
problemas en nombrar la segunda, ha sido el chocolate con kikos de
Nestle… ¡¡DIOS MÍO!! Que maridaje tan excepcional, que
creatividad, que bouquet, que textura, que elegancia, que línea,
tan dulce por fuera, tan “kikos” por dentro, tan sorprendente a
la par que atemporal… tan, tan.
Tan
que se nota, que no miento cuando informo de la terrible necesidad
que siento de cambiarme el nombre por el de Lady Nutella, y empezar a
compartir a través de mi Blog, las mil y una maneras de ser feliz
con, y gracias al chocolate.
¿Y
no te cansas de tanto “chocolate”?- me preguntan a menudo.
¿Os
cansáis vosotros de respirar…? – les respondo yo tan “pichi”.
Hasta
dónde no llegará mi pasión por el chocolate, que no hago
distinción entre el Cola Cao, y el Nesquik, pasando esto a ser
incomprensible para todos aquellos que defienden a capa y espada al
de los “grumitos”.
¿Mi
chocolate favorito?. El “pecaminoso” al que hacía referencia
antes…
¿Mi
forma favorita de comer el chocolate?. Sentada.
¿Un
motivo para celebrar con chocolate?. Todo es susceptible de ser
celebrado con chocolate, la vida entera tiene que celebrarse con
chocolate, el mero hecho de limarse de manera simétrica y sin ayuda
técnica una uña, es motivo más que suficiente para una celebración
con chocolate.
¿Un
momento para el que no recomendaría el consumo de chocolate?. 2 días
antes de hacerse un análisis de sangre que conlleven el riesgo de
bronca por parte del médico de cabecera.
¿La
mejor manera de recuperarse de un análisis de sangre?. Un “bocata”
de chocolate.
¿Bebidas
con Chocolate?. Todas a excepción del Licor 43 con Batido de
Chocolate (que aún recuerdo una especie de “melopea” malísima
que me agarré en los 80 en Benalmádena, bebiendo “guarrindongadas”
de esas, y que es acordarme, y ponerme a morir).
¿Chocolate
con Sal?. Sí, sí, y más que sí, y con Kikos, y con Pistachos, y
con Fabada, y con lo que se tercie, que el chocolate sí que es capaz
de maridar de forma natural y sin extravagancias con todo, y no la
Ginebra, que vas, le echas pimienta y pepino, y terminas confundiendo
la bebida con la ensalada y se te hace la “picha” un lío, y
acabas mojando pan en el Gin Tonic.
¿Chocolate
Nacional o de Importación?. Todos, y a ser posible a la vez.
¿Chocolate
en productos de Belleza?. Pseee… Mis sobrinos me regalaron un
champú de chocolate, y acabé “mareaita” perdida por estar
intentando cada dos por tres “relamerme” las puntas.
¿Es
el chocolate el sustituto del sexo?. No, el chocolate es la versión
mejorada y no traumatizante del sexo.
¿Venderías
tu alma al Diablo por una tableta de chocolate?. Esperando estoy la
oferta…
¿Venderías
a tus sobrinos por una tableta de chocolate?. Jamás. Jamás sería
capaz de cobrarle a nadie por mis sobrinos, directamente los
regalaría, y luego me iría a cualquier chocolatería Valor a
“acallar” mi conciencia con una buena merienda de churros con
chocolate…
¿Chocolate
con Churros, o Madalenas con forma de osito y corazones de gominola?.
Mariconadas las justas…
¿Motivos
para renunciar al chocolate?. Veámos… ¿La Paz Mundial?
¿He
llegado a “agredir” física, o moralmente a alguien por culpa
del chocolate?. Sí, y no estoy orgullosa de ello, pero hace bien
poco, le pegué una “colleja” a mi amiga Marutxa, cuando la
descubrí en mi salón, “zampándose” mi última caja de After
Eight. Luego le pedí perdón y eso, pero es que a quién se le
ocurre encontrar una caja de “chocolates” escondida detrás de
los Episodios Nacionales, y comenzar a comérsela como si tal cosa…
Creo
que con los anteriores apuntes, he dejado más que claro, que tiene
toda la pinta, de haber sido el chocolate, y no otra cosa (la
familia, los amigos, el amor, la salud, el dinero, las pelis de
posesiones demoniacas de los 80, etc.,), el auténtico motivo de mi
felicidad… y que todo esto, es motivo más que suficiente, para
cambiar de nombre ahora mismo, y pasar a exigir a todo “quisqui”,
que se me comience a llamar LADY NUTELLA
Para
terminar, y siguiendo las pautas y consejos de mis últimos
entrevistados, San Valentín, La Muerta de la Curva, Franco (en
proceso de edición), si realmente quiero llegar a convertirme en
patrona de algo cuando me muera, tengo que comenzar a controlar mi
manera de expresarme, y dejar de decir “tacos” y frases hechas
que suenen “vulgares” o en un idioma desconocido (el
“chamberinglish”), por lo que, como no sólo quiero empezar a ser
conocida como Lady Nutella, sino que deseo fervorosamente pasar a
convertirme tras mi muerte, en la patrona del chocolate, y de todos
los adictos al mismo, pues eso…
Que
Dios os bendiga hermanos.
Lady
Nutella (la “bloguera” anteriormente conocida como Lady Gin
Tonic)