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miércoles, 1 de mayo de 2013

Soy una "pija".


Nunca es tarde si la dicha es buena, y sí, he tardado más de 80 años en admitirlo, pero lo soy, soy una “pija”, que cómo lo sé, bueno, la verdad es que yo ya me olía algo, y muchos han sido los que a lo largo de los años y si bien no de una manera directa (la cobardía que es muy mala…) han intentado que viese la luz.

-        Ay de verdad Margarita, hija, que es que hay que ver cómo eres…

-         ¿Cómo soy?

-          Pues eso, muy fina.

-          ¿Muy fina?

-          Tú ya me entiendes.

-          Pues no.

-          Pues eso, muy fina.

-          ¿Cómo las gallinas?

-          ¿Qué?

-          ¡¡¿No me estarás llamando “geisha”?!!

Bien, queda claro, que tampoco es que yo lo haya puesto demasiado fácil, pero que vamos, que tampoco debía de ser tan complicado, cuando justo el otro día, mi amiga Marien (la de Ponferrada, que “cuidao” con los del Bierzo), me soltó, y así sin anestesia, que lo que yo era, era una…  y copio literal la expresión para dejar claro que no es mía.

-          Tú lo que eres, es una “pija dos leches”.

*Y esto, en respuesta a un incidente sin la menor importancia en el que intervinieron una pera y un cuchillo, hay que joderse.

Pero, ¿a qué se refería Marien cuando me llamó “pija dos leches”?

-          Marien hija, ¿qué te he hecho yo? ¿por qué me llamas “pija dos leches”?

-          Porque lo eres, y lo eres desde los 5 años.

-          Pero por caridad Marien, ¿qué es una “pija dos leches”?

-     Una “pija dos leches”,  por caridad Merimargaret, es toda mujer, que llamándose Margarita, pide que la llamen Merimargaret, y que no contenta con eso, va presumiendo por ahí de que es Lady Gin Tonic. Una “pija dos leches”, Merimargaret querida, es toda aquella mujer, que es incapaz de salir a la calle en invierno sin su par de gotitas de Chloé, o su gabardina de Burberry.

-         Eh, eh, eh… que la gabardina de Burberry sólo la llevo si llueve.

-          Ay fíjate, sólo si llueve ¡¡mentirosa!!, que te he visto con ella puesta en la terraza la esquina, y hacía un sol radiante, y nos estábamos comiendo una de boquerones.

-          Pues porque la niña del tiempo se habría equivocado.

-          ¡¡¿La niña del tiempo?!! ¡¡¿No sería la niña de cualquiera de esos “chismes” que ni a revistas de moda llegan que te ha dado por leer últimamente?

-          ¡¡No son “chismes”, son Blogs!! ¡¡Y no los leo, los analizo!!*

*Pero de incógnito, y sin dejar rastro, y sólo por el interés que me suscita el reflejo socio cultural que dichos blogs ofrecen a una persona, que como yo, siempre anda interesada por los fenómenos antropológicos.

¿Una “pija dos leches”?

Vayamos por partes. Así de primeras, compruebo que lo de “dos leches”, al menos en mi caso (en otros no me meto que aquí cada cual…), no es necesario. ¿Pija? Probably.

Pero, y antes de meternos en “harina”, ¿qué es un “pijo”?



Pijo, conforme la RAE

1.- adj. despect. Coloquial: Dicho de una persona, que en su vestuario, modales, lenguaje, etc., manifiesta gustos propios de una clase social acomodada.

¡¡”Amos” hombre!! ¡¡¿Gustos de una clase social acomodada “la moi”?!!

2.- Cosa insignificante, nadería.

3.- Miembro viril.

Bien, queda claro, que lo de “pija dos leches” iba más encaminado a la 1.- que a la 2.- o a la 3.-

Repasemos, “persona que en su vestuario, modales, lenguaje, etc...”

En lo del vestuario, psaaa… pues hombre, negarlo no lo voy a negar, me gusta la moda, me preocupo por ir conjuntada, y nunca, pero que nunca jamás de los jamases, se me ocurriría ir en chandall a ningún otro sitio que no fuese un gimnasio, y a saber, de ir a un gimnasio, tampoco iría a cualquiera, que del Arsenal en Ortega y Gasset, “la moi”, no baja.

Modales, bueeeno… el hecho de no soportar la mera visión de alguien comiéndose un huevo frito con cuchillo y tenedor, o el grado de “ascazo” total que me provoca el tener que escuchar como la niña de al lado del autobús mastica su chicle como si de un pavo (vivo) se tratase, no es reflejo de que mis modales sean excesivos, todo lo más, los propios de una Lady Inglesa retirada*

*A ver, queridas jovencitas mías en edad de mascar chicle. Un chicle, es algo, que hasta mono puede quedar si se “trata” con estilo, y es de fresco peppermint. Si el chicle, no cumple con lo anterior, y por el contrario, es de sandia “revenía” e invita más al “rumiaje” que al simple "mascaje", en serio, descartadlo. No obstante,” tranquilinas”, que en breve publicaré un sencillo post, en el que hablaré de protocolo, huevos fritos, pollo asado, y chicles.



Respecto al lenguaje, NO, yo, “obviously”, hablo en “chamberinglish”, y evidentemente, el “chamberinglish”, no es un lenguaje ni de pijos, ni para pijos. Chamberí ni ha sido, ni será nunca un barrio de pijos, y si yo me mudé al Barrio de Salamanca, fue sólo para estar cerca de San Francisco de Borja, que para mí, la fe, es súper importante.

“Asín” que me parecería una total injusticia, una calumnia atroz y algo súper fuerte, que alguien en su sano juicio, pensase que yo me comunico u hablo como los pijos. 

¿Ha quedado claro? ¿Sí? Ok, hasta en el hablar se me ve el plumero.

Sigamos con el análisis de la situación.

Marien comentaba que lo había sido desde los 5 años (Marien es de Ponferrada pero veranábamos juntas en Garganta de los Montes).

¿Con qué datos podía contar, o cuenta, “la buena” de Marien, para afirmar que soy una pija desde tan temprana edad?

Que lloraba cuando las alpargatitas con cintitas que nos podían no pegaban con la camisa… Bien, pero ¿qué niña no llora cuando las alpargatitas no le pegan con la camisa?

Que llamaba a todas mis muñecas de trapo con nombres que sacaba de las revistas, como Grace, Brigitte, Jane,  Lola etc., y me negaba a ponerles sus vestiditos sin planchar... pues como todas las niñas de bien.

Que cuando mi abuela me regaló un gato “tó piojoso” que había encontrado encaramado en el pajar, cogí y le puse “Biarritz”, pues “perdón” por existir, pero mucho mejor que llamarle Micifú, que por otra parte, todos los gatos del pueblo se llamaban Micifú, y a todos se les hacia la “esta” un lío, que iba yo tan mona con mi muñequita Grace por las empedradas calles de Garganta de los Montes “toa” conjuntada con mis alpargatas de colores y mi camisita a juego, y llamando a mi gatito;
    
    -¡¡Biarritz!! ¡¡”Ande” estás Biarritz!! ¡¡Vuelve a casa Biarritz!! ¡¡Vuelve que la “mami” te va a preparar un steak tartar!!



Una exagerada Marien.

Luego, en mi más tierna juventud, pues bueno, qué “chavalina” no ha hablado a ratos “asin” como la Preysler y su famoso huevo en la boca “only” por quedar como “pelín” más “fisna”.

-         Hooola, soy Merimaaargarett y tú.

-         Yo Paco, tu primo, el de tu tío el del tractor ¿tas bien “bonica”?

-          ¿Paco? Uy Paco, yo un primoo Paco, “ande” se ha visto que yo tenga un primo Paco.

-         Marga chata, mira que no se te habrá vuelto a ocurrir “trincarte” el barril de Fino la Ina mojando pan…*

*Yo es que desde joven, empecé a experimentar con los cocktails por lo sofisticados que me parecían, y sí, llegué a desarrollar algún que otro experimento con el Fino La Ina (o con el Tío Pepe, no recuerdo) y el pan de hogaza.

-¡¡Ah!! ¡¡La moi “trincando”!!

Y qué grácil jovencita #likeme no ha intentado imitar a su actriz favorita y por hacerlo se ha “enpijado” uno poco más de la cuenta, pues todas…

Mi actriz favorita por aquel entonces, era Grace Kelly, y no sólo me gustaba mucho muchísimo una barbaridad porque fuese de mi quinta, sino que también me gustaba mucho muchísimo una barbaridad porque aun sin haberse llegado a prometer con Rainiero, ya se le notaba ese porte regio y elegante, que yo, y de natural, también tenía (y como que quien tuvo retuvo…)



Y de aquí de España, Conchita, mi Conchita Velasco.

Yo con mi Conchita Velasco, me sentía muy identificada, por lo guapa, morena, lista y buena cantante que era, y que es válgame el cielo, que LO ES, y aún recuerdo lo bien que me sabía todas sus canciones, y lo mucho que le gustaba a mi padre que se las cantase.

-La niña no es que cante mal, es que se ha comido al gato.

Bueno, lo que ocurre, es que en el sentido del humor, mi padre, salió “toito” a mi… y en realidad no ha querido personarse en este post para decir lo anterior, sino para confirmar lo bien que yo canto.

-Y no contenta con zamparse el gato, porque la niña es una tragald…

Vale, ya está bien de tanta aparición, y tanta incursión, que hay que joderse.

Menos mal, que mi madre, ay sí, mi madre, aún recuerdo lo orgullosa que estaba mi madre de mí, y lo mucho y bien que le hablaba a sus compañeras de la repostería en la que trabajaba.

-Aquí la niña, no es que sea estirada, es que se me calló de la cuna cuand…

Perdón que no era eso lo que en realidad decía mi madre.

-Mi hija, mi hija lo que es es una “pija dos…

Mis padres nunca se separaban para nada, vivieron juntos, murieron casi a la par, y a la hora de “aparecerse” y/o “personarse” en mis “posts” está claro que ahí le andan…

A lo que íbamos, que me ponga como me ponga, y antes de que sea un tercero (como en el caso de las #bienfollas) el que me lo tenga que volver a llamar, “me llamo Merimargaret, y soy un pija”.

Lo de las gotitas de Chloé, cierto.



Lo de la Burberry, cierto.

Que mucho “chamberinglish” pàrriba, y mucho “chamberinglish” pàbajo, pero que luego llamo a mi Elenita sin H “cuquitina” cada dos por tres, cierto.

Que selecciono a las peluqueras basándome en su conocimiento acerca de la carrera de Inés de la Fressange, cierto.

Que no dejo que me depile las cejas nadie que no opine que las cejas de Françoise Hardy son las mejores cejas de la historia de las cejas, cierto.



Que compro todas las semanas el Hola, pero que lo escondo debajo de la cama para que Berta no lo encuentre, cierto.

Que cuando veo las noticias, tengo que morderme la lengua para no soltar cada dos por tres, “ala que fuerte, quefuerte, que fuerte…” cierto.

Que entro en todos los Blogs de Moda para previsualizar mis outfitts, y que puedo pasar una tarde entera deleitándome en “The Sartorialist” cierto.

Que mi nieto ideal sería una mezcla entre Enrique y Julio José Iglesias, cierto.

Que finjo que me hago la manicura en los chinos cuando en realidad de Esc… en Lag… no bajo, cierto.

Que soy una “pija dos leches” y que en cierta manera me siento orgullosa de ello…

-     Y aún me acuerdo, de cuando allá por los 80 les compraste a todos tus sobrinos “polos” de Lacoste de todos los colores, y les obligabas a ponérselos, que “joder” parecían sacados de “Sonrisas y Lágrimas”

-  Sí, Marien…

-  Y no me jodas que no te acuerdas de cuando la organizaste, ay la hostia la que organizaste porque se me ocurrió allá por los noventa contarles a todos que te gustaban “Los Hombres G”

-  Sí, querida…

- Una “pija dos leches”, ja, ja, ja, Merimargaret, tú lo que eres es una “pija dos leches”.

-  Yes, I am.

Lady Gin Tonic (que fuerte, que fuerte, que fuerte…)

PD: Me parece importante dejar claro en este momento, que ser “una pija dos leches”, poco o nada tiene que ver con ser una #bienfolla, no obstante, en mi caso, ambas facetas se complementan a la perfección.






6 comentarios:

  1. Eres una gran tipa, te llamen lo que te llamen.
    Besssosooosss!!!!

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    1. ¡¡¿Gran Tipa?!! ¡¡¿La "moi"?!! ¡¡"Amos anda!!

      Un abrazo "guapisma".

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  2. Na, una pija 2 leches nunca tendría tu sentido del humor :-)

    Besos!

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  3. Pija de Chamberi y con amigas bercianas...apoteosico! Jajaja

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